LA HEROINA QUE ESTÁ DISPUESTA A LUCHAR POR EL CINE QUE LE GUSTA CAIGA QUIÉN CAIGA

sábado, 3 de junio de 2017

Wonder Woman es el mejor estreno de la historia dirigido por una mujer

Wonder Woman ha sido todo un éxito entre la crítica -94% en Rotten Tomatoes, para que luego se quejen los fanboys de DC -, pero aún le queda la gran prueba de fuego: la taquilla. Y, desde luego, por ahora le está yendo muy bien. Desde su estreno, en la noche del jueves, la película de Patty Jenkins lleva recaudados 11 millones de dólares, lo que la convierte en el mejor estreno de la historia para una película dirigida por una mujer, rompiendo el record de 50 Sombras de Grey (Sam Taylor-Johnson, 2015), que recaudó 8´6 millones. Y no solo eso, también ha superado los estrenos de Ant-Man (Peyton Reed, 2015) -6´4 millones -y Doctor Strange (Scott Derrickson, 2016) -9´4 millones -y se ha quedado muy cerca de Guardianes de la Galaxia Vol. 2 -11´2 millones -.



Esto ha hecho que las previsiones que se tenían de cara a este fin de semana, las cuales le daban entre 65 y 75 millones, aumenten hasta los 95 millones de dólares. A todo esto hay que unir lo que la película haya hecho en el resto del mundo porque, recordemos, desde el miércoles se ha estrenado en muchos países -en España, por desgracia, no la podremos ver hasta el 23 de junio -. Aún no hay datos claros de lo que la película lleva recaudado fuera de EEUU, pero se sabe que antes del estreno americano recaudó 6´3 millones de dólares, una cifra también bastante considerable.


Aún es pronto para echar las campanas al vuelo, pero todo parece indicar que Wonder Woman va a ser todo un éxito de taquilla, lo cual va a ser muy beneficioso. Y no lo digo solo por el DCEU, al que este triunfo le vendrá muy bien tras los tropezones el año pasado de Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia y Escuadrón Suicida, también lo será para las películas superheroícas protagonizadas por mujeres, hasta ahora muy perjudicadas -y frenadas -por fracasos como Supergirl (Jeannot Szwarc, 1984), Catwoman (Pitof, 2004) o Elektra (Rob Bowman, 2005), y para las películas dirigidas por mujeres, que cada vez son más, pero no tantas como debería.

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