Este fin de semana, la nueva adaptación de Juez Dredd se estrenó en los cines de EEUU y sus resultados no pueden ser mas preocupantes. Con un presupuesto de 50 millones de dólares, la película solo ha hecho 6´3 millones, colocándose en el sexto puesto del top ten. Y, lo peor, es que esto se está repitiendo en mas países, como España, donde el film de Pete Travis -que se estrenó el pasado 7 de septiembre -fue directa a parar al octavo puesto recaudando 340.000 euros -272.000 dólares -. Tan solo en Reino Unido -país de origen del personaje -, la película logró alcanzar el primer puesto, recaudando 1´65 millones de dólares. Las cosas pintan muy mal para la película y ponen en serio peligro la secuela que tienen ya programada. La única esperanza de remontar es el boca a boca, ya que la película, a parte de recibir muy buenas críticas, está recibiendo elogios por parte de casi todo el mundo que la ha visto; no obstante, es muy poco probable que esto ocurra -aunque no imposible -.
Todo el mundo se pregunta que ha fallado, ya que, como he dicho, el film está siendo elogiado allá por donde va; incluida España. El problema, sin duda, ha sido su promoción, la cual no arrancó de verdad hasta que la película fue presentada en el pasado Comic-Con de San Diego despertando aplausos casi unánimes de los asistentes. El problema es que, de ahí hasta el estreno, solo pasaron dos meses, un margen demasiado corto para que el gran público se interesara por un personaje de cómic no muy conocido. Yo ya aventuré hace tiempo que la falta de publicidad le iba a pasar factura a la película y, desgraciadamente, acerté. Aún no he podido verla -y no por falta de ganas -pero, si es tan buena como dicen, sería una lástima que se conviertiera en uno de los fracasos del año.
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